sábado, 25 de octubre de 2008

Un poco de aquel libro...

Para Sofía era medio traumático pensar en su cumpleaños, en su estado de felizmente soltera y en todas las ventajas que éste le traía y por su puesto en su soledad, durante los cinco años que llevaba trabajando para la compañía, solo le habían conocido un novio, un tal Alejandro X, un hombre simpático, muy buen partido además, y quien un día, después de un año de maravilloso idilio y una que otra contrariedad, llegó con un cuento raro: “no eres tú, soy yo...” La condenada frase de cajón con la que suelen deshacerse de alguien porque ha sucedido lo inevitable, el momento aquel cuando matan al tigre y se asustan con la piel, entonces resulta que la relación va para ligas mayores y el compromiso crece, es allí cuando llega el periodo de la deserción, runaway, el que se enamora pierde.

domingo, 12 de octubre de 2008

¿Qué se supone que deba hacer?



Y entonces, ¿Qué se supone que deba hacer?
¿Cómo se supone que deba actuar?
Si el amarte para mi es una locura, una aventura, un incierto,
Si la palabra amor no se ha cruzado en tanto tiempo,
Carajo, y siento que te amo,
Que te amo con furia, con ternura,
Que te amo con la risa que me provoca pensar en vos,
Con la ilusión de vernos un día madurar en nuestras vidas,
Con la ilusión de construir un lugar para los dos,
Que me haces falta, que te necesito,
Que me trago el llanto por no tenerte
Porque soy fuerte y así me engañe
Podré vivirlo...

Y entonces, ¿Qué se supone que deba hacer cuando los problemas llegan?
¿Cómo se supone que deba actuar?
No será el fin del mundo pero el alma se me pone chica
El corazón se me reduce y un manantial salobre en mis ojos brota
Porque estoy viva, porque siento,
Porque la coraza ya no existe,
Se suavizó al calor de tus miradas,
Se hizo blanda al contacto con tu voz...

Y entonces, ¿Qué se supone que deba hacer?
¿Cómo se supone que deba actuar?
Gritarlo a los cuatro vientos,
Decirte que te amo ¿Y si pierdo?
Sueño que me sueñes,
Amo que me ames,
Lucho porque me luches,
Espero que me esperes,
Deseo que me desees,
Porque te sueño, te amo, te lucho, te espero, te deseo...

Y entonces ahora, ¿Qué se supone que deba hacer?

sábado, 11 de octubre de 2008

El llanto de Sofía...

"No permitas que mi mente vuele, no permitas que mis deseos caigan y súbitamente se vayan a tu encuentro, al lugar en donde pronto espero estar, no permitas que mi vida se arruine, no permitas que mi aliento fracase suspendido en el silencio..."

lunes, 6 de octubre de 2008

Solitude...


De repente tomé el papel, comencé a escribir, ¿sobre qué? no lo sabía, miles de ideas, palabras y letras, volaban por mi cabeza.

Era ese grito abatido, ese algo que se queda en mi garganta… Soledad que frívola pasas y te quedas conmigo, me observas tan cerca y respiras mi aire.

Tu paz es mi estadía y tu presencia mi desesperación, tu realidad mi certeza del tiempo que tengo libre para mi, para planear meticulosamente cada movimiento, cada pensamiento, planear lo que soy y seré.

Te anhelo y te respiro, distante me siento y te observo y en mi contradicción espero...
¿Serás mía al fin, felicidad de soledad acompañada?
Llegará el día en que juntas solo en las noches, soledad tu y yo,
en un rincón oscuro recordemos nuestro tiempo.
Te extrañaré desde ahora, te extrañaré y te extrañara.

jueves, 2 de octubre de 2008

Historias, trozos de un libro que pretendo terminar un día...

- ¿Cómo te sientes? – preguntaba Julián mientras buscaba sus pantaloncillos entre las sábanas – ¿sabes una cosa? Creo que eres lo mejor que me ha pasado en la vida, esta noche fue maravillosa, gracias linda, no te imaginas cuánto te he deseado, y cuánto había esperado por este momento - sellando con un beso en los pálidos labios de Sofía terminó su intervención y continuo con su búsqueda.

Nunca un sentimiento de pánico pudo ser tan abrumador, allí estaba, desnuda, inmóvil, taciturna, sentada en la orilla de la cama mirando al infinito, reaccionando del momento que pasaba, de lo que había hecho, de repente sintió nauseas, se envolvió rápidamente con la funda y corrió al baño. Era la angustia, la impotencia de no poder disfrutar de un buen “polvo” después de algún tiempo, se sentía culpable y por eso vomitaba, esa era su reacción cuando las cosas se salían de control.

- ¿Nena qué te pasa, estas bien?, abre la puerta, me estás preocupando.
- No, tranquilo, estoy bien, a veces la presión me traiciona y bueno, creo que tuve emociones intensas… trató de disimular su estado con una risa nerviosa.

Ese fue el comienzo del final, lamentablemente las cosas no funcionaron, él no era el hombre que le encendía el cuerpo, no era aquel quien con el solo roce de su mano o el respirar en su cuello la hacía estremecer, por esta razón y siendo fiel a sus sentimientos decidió huir, dejar a su Romeo de turno era la mejor opción...

¿Qué quieres ser cuando seas grande?


Esa es la interminable pregunta que todos nos hacemos algún día en nuestras vidas. Era común encontrarse con las rípicas respuestas: "yo quiero ser bombero, yo policía, yo quiero ser médico y salvar muchas vidas, yo quiero ser como mi papá..." un momento, y yo, ¿qué hay de mi, qué quiero ser cuando sea grande? Me preguntaba a los diez años cuando de repente el interrogante surgía en medio de los juegos del recreo y todos tenían respuestas menos yo.

Y era difícil para mi, considerando que muchas cosas me gustaban: amaba a los animales, entonces pensé en ser veterinaria; era quien hacía las curaciones en casa y no me importaba cuánta sangre involucrara y siempre leía libros sobre medicina, entonces pensé en ser médico; me encantaba viajar, conocer nuevos lugares y si a eso le sumaba mi gusto por el inglés y aprender idiomas, entonces pensé en ser azafata o auxiliar de vuelo, que es lo mismo; y ni hablar del teatro, el arte, la cultura en general, estaba en todas las presentaciones y obras del colegio, pues bien, también pensé en ser actriz o estudiar bellas artes.

Los años pasan implacables, rápidamente y cuando menos piensas estás en las temibles pruebas de ICFES y "en menos de lo que canta un gallo" sales de once y ¿a qué? Si no tienes nada definido, si tu mente está en blanco, no hay orientación, tienes en cuenta que vives en provincia y en aquella época las opciones educativas eran limitadas y además el factor $ pesaba sobre la idea de estudiar en otra ciudad "estás frito". Salí de once a ver qué hacía: primero pensé en descansar (¡JA! ¿descansar de qué?, ahora sí quiero descansar), entonces alguien me habló de un curso de casi un año donde enseñaban sistemas y esas cosas, decidí tomarlo y pasé el curso, que por cierto era un secretariado y no entiendo para qué lo hice si lo que menos quería en mi vida era ser secretaria y mucho menos llevar una vida de rutina en una oficina; gané en conocimiento claro está, pero en fin.

Durante el secretariado aquel, hice dos amigas que tenían planeado estudiar una de las carreras del futuro: Tecnología en Sistemas, me dije: - bueno con los sistemas no me va mal, no habiendo más, estudiemos sistemas - otro error, una cosa es manejar programas y el famoso paquete de office, otra muy diferente es enfrentarse a crear los algoritmos y convivir con el querido lenguaje C. Lo dicho, solo pude estudiar dos semestres, tiempo suficiente para renunciar a los números con su complejo y perfecto mundo. Después de analizarme, mirar mis cualidades y fortalezas, me decidí por el mágico, y en alguno de los casos desagradecido mundo de los medios de comunicación, así que arreglé maletas y me fui para Cali donde estudié una técnica, que apenas ahora afirmo con la carrera, porque entre otras cosas también aprendí que un título pesa, puedes saber mucho pero sino tienes uno en tu bolsillo, no vales nada.

y bien, de esa historia han pasado más de diez años y entre idas, vueltas, muchas satisfacciones y experiencias de vida, me di cuenta que al final hice una buena elección; podría decir que me queda el sin sabor de no haber elegido a tiempo, tal vez hubiera ganado algunos años de experiencia, pero al final se que de todo lo pasado no me arrepiento, porque lo mejor de la vida es construirla paso a paso, disfrutando y amando lo que se hace, esmerándose por dar lo mejor de sí y aprender de lo vivido, porque como dice un importante trovador de estos días: la vida es un ratico...