jueves, 2 de julio de 2009

Las cartas de Sofía



Hoy los días me sorprenden nuevamente con la fantasía de tu sueño, el sueño que se gesta cuando estoy despierta, cuando estoy dormida, el sueño que me hace recordar que estoy viva, que mis días siempre han sido casuales, monocromáticos a veces multicolores, en fin, días han sido. Días con sentido y ahora con un Norte, Tu. Días que huelen a magia, los días que te espero, que acaricio el sueño de tenerte, los días en que fantaseo con los olores tuyos, con tus sabores, los días que se van y regresan con el arrullo de tu voz.

Te espero mientras tejo la manta que nos cubrirá en los días de amores, dolores, en los días de risas y caricias en un halo rosa, mientras los días grises esperan.

La coral de nuestro idilio se entona en las noches cuando tus latidos y los míos se amalgaman, la platónica esencia de nuestro secreto se revienta cuando nuestros dedos solo sienten el tacto frío en la distancia. El amor vive en la mente y corazón de los amantes, en la ilusión de ser amado, en la ilusión de la entrega, la entrega del uno, del todo, del comerse la savia e impregnarse del otro. Mi entrega no vacila ante la promesa de vida, una promesa que se reinventa cada vez, una promesa Fénix.

Me miro en el espejo y te veo, silente sigo tus pasos, los que imagino das. Tu vida paralela a la mía ha estado y al mirar al cielo te indagaba mientras tú me buscabas. ¿Cuán irónico es este circo de la vida que en una jugada de la causalidad y de la modernidad me regala en su función la noticia de tu realidad?

Y mientras te pienso, siento que te siento y vago por los corredores de la incertidumbre adivinando y descifrando tu razón, tú vas por el mundo haciendo tu vida con la certeza de la mía, atesorando el momento esperado, aquel que me rompe el coco, aquel que en el calendario no está marcado, pero aquel que existe, que se anhela, aquel que espero la suerte sea.

No hay comentarios: